Soy fumador/a y… No he decidido dejar de fumar. Al menos, ¡no, por el momento!:

Puede que hasta este momento no hayas considerado la opción de dejar de fumar. Ante todo, decirte que respeto tu decisión, seguro que tendrás motivos por los que continuas con el consumo de tabaco, pero permíteme que comparta contigo la siguiente información. Por favor, continúa leyendo

El tabaco está compuesto por…

  • Nicotina: es una sustancia estimulante que causa la mayor parte de los efectos que el tabaco provoca en nuestro organismo. Es la responsable de la dependencia física que nos produce fumar. Su vida media en sangre es de menos dos horas, conforme va disminuyendo su concentración comenzamos a tener ganas de fumar.
  • Alquitrán y agentes cancerígenos.
  • Monóxido de carbono. Hace que la sangre tenga más dificultad para transportar el oxígeno.
  • Otros componentes: Acetaldehído, acetona, acroleína, benceno, formaldehído, metanol, N-Nitrosodietilamina, N- Nitrosodimetilamina, estireno, 2-naftilamina, 4-Aminobifenil, arsénico, benzo(a) antraceno, benzo(a) pireno, cadmio, cromo, plomo y níquel.

¿Reconoces alguna de las siguientes frases?

“Fumar mata”, “Fumar provoca el envejecimiento de la piel”, “Fumar acorta la vida”, “Fumar provoca cáncer mortal de pulmón”, “Fumar causa impotencia sexual”, “Fumar puede ser causa de una muerte lenta y dolorosa”, “Fumar provoca embolias e invalidez”.

Estos son algunos de los mensajes que puedes encontrar en las cajetillas de cigarros o de tabaco de liar.

¿Sabías que “el tabaco es el único producto de consumo legal que mata hasta la mitad de sus usuarios cuando se utiliza exactamente de acuerdo a las indicaciones del fabricante?” (OPS/OMS)?

El tabaco es un factor de riesgo de enfermedades del corazón (hipertensión, ictus, infarto de miocardio…), respiratorias (enfermedad pulmonar obstructiva crónica –EPOC-, neumonía, asma…) y diferentes tipos de cáncer (pulmón, laringe, boca, esófago, colón, cuello de útero, vejiga…).

¿A quiénes afecta el tabaco?

Fumadores son aquellas personas que consumen productos que contienen tabaco de forma diaria u ocasional (actualmente fuman, aunque no lo hagan cada día).

También son fumadoras pasivas aquellas personas que han decidido no fumar pero que están expuestas frecuentemente al aire contaminado por el humo del tabaco (ACHT). A este humo, tanto al que expulsan los fumadores como al que se desprende del extremo del cigarro encendido, se le conoce como humo de segunda mano.

La exposición a los productos que componen y se generan con la combustión del tabaco no acaba cuando se apaga el cigarro y desaparece el humo de segunda mano. El medio ambiente y las superficies que han estado expuestas a este humo quedaran contaminadas (humo de tercera mano). Los productos químicos nocivos que la combustión del cigarro ha desprendido permanecen sobre superficies de la casa o del coche, la ropa, el pelo, cortinas e incluso juguetes.

Por tanto, el tabaco tiene efectos sobre la salud de las personas que lo consumen (fumadores) así como de quienes les rodean (fumadores pasivos), tanto cuando están fumado como a posteriori. Siendo de especial importancia recordar que los niños pueden también ser perjudicados, además de cuando lo respiran, cuando entran en contacto con elementos contaminados, por ejemplo, al gatear o al ser tomados en brazos por adultos que han fumado (si visten la misma ropa con al que fumaron).

Y, ¿qué beneficios tiene dejar de fumar?

  • A los 20 minutos, disminuye el ritmo cardiaco y baja la tensión arterial.
  • A las 8 horas los niveles de oxígeno se normalizan.
  • A las 24 horas dejas de oler a tabaco.
  • Entre las 48 horas y los 5 días siguientes, el gusto y el olfato mejoran; y, ¡la nicotina se elimina del cuerpo!

Pero esto no es todo, ¡aún hay más!...

Para descubrir otros beneficios puedes consultar la “guía para ayudar a dejar de fumar” del Programa de Atención Primaria Sin Humo (PAPSF).

Llegados a este punto, es posible que tengas dudas o te hayas planteado dejar de fumar. Si esto es así, consulta en tu Centro de Atención Primaria. Pide cita con tu enfermero/a y solicita información. Llamando al 061, el Catsalut también pone a tu disposición un programa para dejar de fumar (#deixardefumar).

En caso contrario, si tu decisión es continuar con el consumo de tabaco, dejar de fumar siempre es una opción. Si en un futuro la escoges, igualmente tienes a tu disposición estos mismos recursos.

No lo pienses más.
Échale un pulso al tabaco, y ¡gánalo!
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