Es muy importante mantener los pies limpios y secos, para evitar la aparición de hongos, por eso:

• Lavar diariamente los pies usando un jabón suave y neutro.
  
• El agua debe estar tibia. Compruebe la temperatura con la mano, ya que ésta es más sensible, antes de meter el pie. Si retira la mano, es que está demasiado caliente.
  
• El baño no debe superar los 10 minutos para evitar dañar la piel, ya que una prolongación excesiva en el tiempo de los pies dentro del agua produce maceración de la piel y una pérdida excesiva de capa córnea, que es la capa que nos protege del medio ambiente.
  
• Secar meticulosamente con una toalla suave, en particular entre los dedos, sin frotar vigorosamente, para evitar que la acumulación de humedad en estas zonas pueda ser campo abonado para infecciones, tanto micóticas como bacterianas.
  
• Utilizar cremas hidratantes adecuadas.
  
  
  
  Y no hay que olvidarse de las lesiones, que durante el verano pueden ser difíciles de curar, por eso:
  
  
  • Se recomienda que no manipular los callos ni utilicar callicidas de ningún tipo. Ante un problema lo mejor es consultar con un especialista.
    
  • Cortar las uñas de forma recta sin apurarlas, procurando limar los ángulos.
    
  • Mantener los pies en temperatura no excesiva en ningún sentido de acuerdo a la estación del año en la que nos encontramos.
    
  • Usar calcetines de lana o algodón.
    
  • Evitar las piezas muy apretadas de medias o calcetines, así como las excesivamente holgadas, ya que pueden provocar rozaduras por la presencia de pliegues.
    
  • Evitar las humedades tanto en el calzado como en los calcetines.
    
  • En el caso de tener frío, nunca aplicar calor directo sobre sus pies, ya que la falta de sensibilidad podría provocar quemaduras, así como acercarse a fuentes de calor como estufas, radiadores o braseros, que en algunos lugares todavía existen.
    
  • En la cama, si tiene frío utilizar protectores de pie tipo "suapel"
    
  • Es muy importante que el calzado que utiliza sea adecuado. Usar calzado con sujeción en el tobillo y bien ventilado. El mejor calzado para esta estación serían chanclas y sandalias sujetas al pie. Gran parte del calzado usado en esta época estival no reúne las características adecuadas para los pies: falta de sujeción o solas demasiado finas.
  
  
  
  • Cuando estrene un calzado debe observar los primeros días por produce lesiones y no usarlo más de 30 minutos seguidos al principio.

    
    
    
    Para terminar os queremos recordar que debe seguir siempre las indicaciones de su médico y podólogo especialista y consultar ante cualquier duda.
    
    ¡Un buen consejo es un buen tratamiento!