Se trata de una propuesta intergeneracional colaborativa por parte de ambas entidades, en la que los niños y los residentes del centro han compartido una mañana llena de juegos tradicionales y charlas que han surgido espontáneamente. Esta actividad ha sido un éxito y así lo muestran las caras de felicidad de todos.

Las actividades intergeneracionales aportan beneficios mutuos. Por un lado, para las personas mayores incrementan el sentimiento de utilidad, identidad, autoestima y habilidades sociales, ayudan a evitar pensamientos negativos y estimular las capacidades cognitivas. Por otro lado, los más pequeños mejoran las habilidades sociales, la empatía hacia las personas mayores, normalizando la vejez y potenciando los valores de convivencia entre jóvenes y mayores.

Esta actividad forma parte de los diferentes encuentros que durante el año escolar están planificados para realizar en la Residencia y centro de día Poblenou, la próxima será la realización de una gincana que supondrá una gran aventura para todos.