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La residencia y centro de atención especializada “La Pineda” estrena sala de estimulación multisensorial

El propósito del nuevo espacio, en marcha desde esta misma mañana, es incidir en el bienestar emocional y la mejora de la calidad de vida de sus usuarios.

La Fundación Vallparadís MútuaTerrassa ha incorporado recientemente a la Residencia y Centro de Atención Especializada “La Pineda” una sala de estimulación multisensorial -espacio Snoezelen- con la voluntad de ofrecer a los residentes y usuarios del centro inputs sensoriales estimulantes y agradables para proporcionar bienestar emocional y mejora de la calidad de vida en todos ellos.

Son muchas las investigaciones científicas publicadas a nivel internacional que aportan evidencias sobre los efectos terapéuticos positivos asociados al trabajo de la estimulación multisensorial en general y de la intervención en una sala de estimulación sensorial -o espacio Snoezelen- en particular.

Uno de los ámbitos donde este tipo de intervención se ha aplicado con mayor intensidad ha sido el de personas con discapacidad intelectual y en este sentido la Fundación Vallparadís ya cuenta con la experiencia adquirida en varias de sus residencias de personas mayores y de personas con discapacidad intelectual.

La estimulación sensorial, alternativa eficaz y significativa frente a las capacidades cognitivas deterioradas.
Una sala de estimulación sensorial es un espacio habilitado para que todas aquellas personas con alguna discapacidad o enfermedad puedan interactuar con el medio mediante la estimulación de los sentidos.
La intervención Snoezelen implica entender que todo el entorno puede ser fuente de bienestar y calidad de vida (o también generar malestar) y, en consecuencia, conviene planificar una intervención global e individualizada para cada persona.

Los objetivos que persigue la Fundación Vallparadís con la puesta en funcionamiento de dicho espacio son potenciar el bienestar emocional, incrementar el nivel de interacción, favorecer la conexión con el entorno, aumentar las relaciones entre el usuario y la persona cuidadora, generar una atmósfera de relajación y confort, así como fomentar las conductas adaptativas y disminuir las de carácter disruptivo. Todo ello con el convencimiento de que la estimulación sensorial se convierte en una alternativa a tener muy presente en los casos de personas con afectaciones cognitivas moderadas y graves que presentan trastornos de conducta y/o desconexión con el entorno.

Sin embargo, con la implementación de la nueva sala también se pretende evitar los efectos perjudiciales de la privación sensorial, reducir el nivel de agresiones, las conductas estereotipadas y las conductas apáticas, incrementar el nivel de satisfacción laboral de los profesionales cuidadores así como facilitar la vivencia experiencias gratificantes a través de la estimulación de los sentidos básicos.

La metodología de las intervenciones puede ser individual o bien en pequeños grupos y, dependiendo del tipo de actividad y el material empleado, se diferencian dos tipos de entorno: pasivo -donde la persona se introduce en un ambiente que lo estimula mediante efectos sensoriales- y activo -supone la participación del usuario en el aprendizaje y le permite tomar conciencia de los efectos de su actuación sobre el entorno-.

Con la incorporación de la nueva sala de estimulación multisensorial, la Fundación Vallparadís pone de manifiesto nuevamente su clara vocación de mejora de la calidad de vida de las personas en situación de dependencia y la aporta por un modelo asistencial orientado a proporcionar apoyo emocional y potenciar la autonomía.