¿Qué es una convulsión febril?

Las convulsiones febriles son contracciones intensas e involuntarias de los músculos que sufren algunos niños por un aumento brusco de la temperatura corporal.

Se manifiestan con cierta frecuencia entre los seis meses y los cinco años y, aunque de entrada pueden ser alarmantes, no suelen causar ningún daño ni son sinónimo de epilepsia. A pesar de ello, tras un episodio hay que llevar al niño al médico para que haga una valoración.

Habitualmente aparecen durante el primer día de fiebre, duran pocos minutos y pueden ir acompañadas de una pérdida de conciencia. Mientras se producen conviene seguir algunas recomendaciones para actuar correctamente, como colocar al niño acostado de lado y retirar objetos para evitar que se golpee.