Y aquí tenemos el balance de 2020, el año más extraordinario y fuera de toda previsión de los que ha vivido nuestra entidad en este siglo y, probablemente en el siglo pasado. Gestionar una pandemia desde una entidad que trabaja por la salud, el bienestar y la autonomía de las personas ha sido el gran reto al que hemos tenido que hacer frente y aún lo estamos haciendo.

La crisis derivada de la propagación del coronavirus (SARS-CoV-2) en todo el mundo ha representado un hecho sin precedentes en nuestra historia reciente. De hecho, fue muy a finales del año 2019 cuando se empezaron a tener noticias del nuevo virus que ha trastornado las economías de prácticamente todos los países del mundo, de ahí el nombre de la enfermedad: Covid-19.

Las medidas que fueron necesarias para controlar la propagación del virus, limitar la pérdida de vidas y evitar el colapso de los sistemas sanitarios, han frenado la actividad económica de manera repentina, con efectos significativos en los mercados de trabajo, y afectando los principales indicadores económicos mundiales.

Ante la gestión de esta pandemia, a MútuaTerrassa hemos vivido todos y cada uno de los escenarios que se han convertido a cualquier centro sanitario del Estado, de Europa o del mundo. Hemos hecho frente a una situación catastrófica e inesperada en todos los ámbitos que gestionamos, implementando todo el conocimiento y experiencia de nuestros profesionales, atendiendo a la emergencia del presente ya las necesidades generadas y con una mirada puesta en el futuro para saber qué, cómo y de qué manera se debe actuar en adelante.

Si el año 2019 la economía de España y la de Cataluña crecieron un 2% y un 1,9% respectivamente, en 2020 este crecimiento se traduce en negativo y con un lastre a futuro que será difícil prever y gestionar.

Si repasamos rápidamente nuestros diferentes ámbitos de actividad ya podemos observar esta fotografía que ha marcado la pandemia tanto a nivel económico como social a la que nos tendremos que habituarse, al menos, estos próximos años.

En cuanto al sector asegurador, la evolución del año 2020 ha sido dispar según la actividad. En este sentido, a Mútua de Terrassa, en su actividad de la Aseguradora, el volumen de primas totales ha alcanzado más de 11,4 millones de euros, lo que es un decrecimiento de 3,1% respecto de 2019. En este punto hay que destacar que el hecho de haber vivido una crisis sanitaria mundial, el crecimiento del ramo de la asistencia sanitaria (principal en nuestra actividad) ha sido del 0,3%. La siniestralidad y el ratio combinado de No Vida se han situado en niveles similares al año anterior con un ligero repunte de 0,7 y 0,8 puntos, respectivamente.

En cuanto a la Fundación Asistencial de Mútua de Terrassa, hay que tener presente que la actividad se dio la vuelta en 180 grados desde el 15 de marzo de 2020, cuando ingresó el primer paciente en el Hospital Universitario MútuaTerrassa con Covid-19. Desde el 15 de marzo al 1 de abril, empezamos a gestionar lo que llamamos "Hospital de Catástrofe", pasando de 0 a 300 pacientes Covid hospitalizados y de 0 a 43 pacientes Covid en UCI. Nadie está nunca suficientemente preparado para un cambio tan repentino en su actividad y concentrado en un período tan corto de tiempo. Este giro obligó a anular toda la actividad habitual en nuestras instalaciones, cerrando quirófanos, habilitando nuevos espacios, suspendiendo visitas ... Al final de este documento ofrece el anexo con los datos de actividad Covid concentradas en el período marzo-junio de 2020, donde se hace un retrato de lo que ha sido la actividad de toda la entidad en esta crisis sin precedentes.

Vistos estos datos de actividad podemos decir que el resultado de la gestión de la pandemia ha sido, en términos generales, bastante bueno, gracias a la implicación de todos los profesionales que han intervenido. Los resultados económicos del ejercicio también han sido positivos, habiéndose registrado un incremento de ingresos del 15%. Cabe decir que la rápida reanudación de la actividad quirúrgica en el mes de mayo -de las primeras entidades sanitarias a hacerlo en Cataluña- ha permitido mejorar de manera ostensible los niveles de las listas de espera, situándose muchos de los indicadores de listas de espera de intervenciones quirúrgicas, de pruebas diagnósticas y de visitas de la atención especializada por debajo de la media de Cataluña, y hacerlo con un nivel de eficiencia , notablemente alto, que aún se mantiene durante el primer semestre de 2,021.

Respecto al ámbito de servicio Sociosanitario, la situación vivida no ha diferido masa del Asistencial, incluso podemos decir que ha sido más crítica dada la dificultad de gestión que han vivido las diferentes residencias que gestiona la Fundación Vallparadís. Obligados a aplicar medidas muy restrictivas con el objetivo de proteger a los usuarios de los más que posibles contagios, la Fundación ha acabado convirtiéndose en referente de gestión para la administración, que la ha utilizado, en dos ocasiones, para poder recuperar y restablecer la gestión de residencias que habían llegado a situaciones críticas para una gestión no suficientemente adecuado de los administradores habituales. En cuanto al propio centro Sociosanitario Vallparadis, al iniciarse la pandemia -y junto con las instalaciones de Àptima se puso al servicio de la FAMT para unificar la gestión transversal integrada de todas las instalaciones de MútuaTerrassa en el Campus de Terrassa y hacer frente a las enormes necesidades de hospitalización que hemos vivido durante la pandemia.

Esta situación crítica ha permitido, de manera paralela, recuperar la gestión de la residencia de Poblenou e iniciar estudios para nuevos proyectos de crecimiento que deberán ver la luz en nuestro territorio los próximos años.

Con respecto al resto de empresas vinculadas o dependientes de MútuaTerrassa, hay que volver a señalar la cesión de todas las instalaciones y profesionales vinculados a Àptima Centro Clínico hacia la FAMT para la gestión de la pandemia, lo que ha supuesto un refuerzo palpable en esta visión transversal integrada de todo el servicio asistencial del grupo. La cifra de ingresos, en este sentido, se ha visto afectada a la baja, a pesar del esfuerzo recuperador a partir del mes de junio. Así, en 2020 los ingresos de Àptima han situado en un 9,9% por debajo del 2019.

En el terreno de la logística y servicios de apoyo sanitarios, AXIOMA ha jugado un papel clave en la gestión del material de protección reutilizable para la Covid. En este sentido ha abanderado la producción de material de protección, abasteciendo nuestros profesionales y también los grandes hospitales de Cataluña, llegando a servir más de un millón de batas protectoras (EPIS), lo que ha supuesto una reducción de 150 toneladas de residuos sanitarios del grupo III, es decir, una reducción del 60% en emisiones de CO2. El incremento de la actividad respecto del 2019 ha sido del 15,7%, y debe suponer el gran salto de AXIOMA como empresa de servicios logísticos y sanitarios en el territorio.

Fundación Integral Vallès ha ocupado gran parte de su actividad a resolver las gestiones de los usuarios que por las medidas Covid ya no las pueden hacer de manera presencial y ha sido primordial en la resolución de situaciones hasta ahora inesperadas.

Como cifras más significativas del Grupo MútuaTerrassa consolidado, con todas las empresas y Fundaciones, conviene señalar que el patrimonio neto total sobrepasa los 136,8 Millones y que los ingresos totales se han situado en torno a los 337,9M €, con un resultado, después de impuestos positivo de 8.897 miles de euros destinados a incrementar la solidez de MútuaTerrassa.

Cabe reiterar, una vez más, un especial agradecimiento a todos los profesionales de MútuaTerrassa que han permitido alcanzar estas actuaciones, por el esfuerzo y el trabajo que, día tras día y de manera incansable, han llevado a cabo. Un colectivo de personas que ha hecho frente a la primera gran pandemia del siglo XXI, en este final de la segunda década. En el año 2020 ha sido, sin duda, un año de esfuerzos titánicos que ha supuesto un antes y un después en nuestra entidad y también en nuestro entorno. Empezamos a ver un futuro diferente a partir de ahora, en el que la resiliencia, la adaptación al entorno, la visión transversal y -sobre todo- la capacidad de plantear e integrar el cambio constante en nuestro día a día serán los nuevos retos a los que nos tendremos que enfrentar para seguir avanzando con solidez, eficacia y eficiencia.