¿Qué es la microbiota intestinal y para qué sirve?

La microbiota intestinal es un conjunto de bacterias que tenemos en el colon. Estamos hablando de cien trillones de microorganismos que es el triple de células que tenemos en nuestro organismo. Entre las funciones que tiene la microbiota está la digestión de algunos alimentos que no absorbemos en la tripa y que son fermentados por las bacterias del colon y esto hace que se produzcan una serie de compuestos que después pasan a la sangre y se pueden utilizar por el hígado, los músculos, etc. Otra función de la flora intestinal es la defensiva contra bacterias patógenas, también tiene la función de sintetizar múltiples vitaminas, así como la de provocar o ayudar el metabolismo de algunos fármacos y por tanto ayudan a que puedan realizar su efecto beneficioso.

¿Con qué enfermedades está relacionada?
La microbiota intestinal está relacionada con la salud. De hecho, se considera que la alteración de la flora intestinal, lo que se conoce como disbiosis tiene relación con la aparición de muchas enfermedades, sobre todo en las que se conocen como enfermedades de la civilización. Esto significa que tienen que ver con la obesidad, con el aumento de los niveles de colesterol, con las patologías coronarias, como el infarto y la angina de pecho, también pueden tener relación con la aparición de enfermedades neurológicas como la depresión o la ansiedad e incluso con enfermedades neurodegenerativas. Por supuesto, con enfermedades intestinales, como puede ser la enfermedad inflamatoria intestinal, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn o el síndrome de la tripa irritable. Incluso con atopias, eczemas, el asma bronquial y probablemente hay muchas más que todavía no sabemos que tienen que ver con nuestra microbiota intestinal.

¿Cómo saber si tenemos una buena microbiota?
Saber el estado de salud de nuestra microbiota es una pregunta clave que no tiene respuesta definitiva. Hoy en día existen en el mercado muchos kits y analíticas que realizan laboratorios privados que analizan y dan el resultado del estado de la microbiota. Las técnicas que utilizan no están estandarizadas y no se utilizan en la práctica clínica rutinaria, por tanto no podemos estar seguros de su fiabilidad. Además, los resultados de estas analíticas tampoco nos confirmarán si el estado de la microbiota es la causa o consecuencia de tener una determinada enfermedad. De modo que lo más importante es saber cómo debemos cuidar la microbiota.

¿Qué podemos hacer para mejorarla?
Varios estudios epidemiológicos han determinado lo que debemos hacer para tener una vida saludable y hoy en día vemos que esto está ligado a la flora bacteriana. Si hablamos de lo bueno para nuestra flora bacteriana deberemos decir que llevar una vida saludable, intentar evitar situaciones de estrés, evitar la dieta occidental que aporta más grasas, abusa de las carnes rojas y de los azúcares refinados. En cambio, debemos promover una dieta saludable como es la dieta mediterránea, rica en frutas y verduras, en legumbres y cereales, con un consumo de carne blanca y pescado, control del consumo de carne roja y de la ingesta del huevo y d otros tipos de grasas. Debemos fijarnos en la pirámide nutricional que es la recomendable para tener una microbiota sana. Por otra parte, cuidar el uso de antibióticos que debe estar prescrito por los médicos, porque alteran la flora bacteriana. Promover la práctica de ejercicio físico diario, salir a andar media hora de forma moderada es beneficioso para la salud y la flora bacteriana. Lo que hemos visto es que todo lo comentado es beneficioso para las enfermedades cardiovasculares y la razón que sea así es porque está actuando primero sobre la flora bacteriana.