Hace 28 años que nació el Premio de Enfermería a nuestra organización, era en 1995. Es y ha sido un espacio donde las diferentes promociones de enfermeros, enfermeras y otros profesionales hemos podido compartir el conocimiento y la mejora en los cuidados y en la atención a las personas que han ido sucediendo en los últimos años de nuestra historia.

Dejamos atrás dos décadas que nada tienen que ver con la situación que estamos viviendo en la actualidad. Los avances tecnológicos nos acompañan a cada paso que da la ciencia, la realidad virtual, la inteligencia artificial y la robótica son algunos ejemplos de la nueva revolución de este siglo, con sus ventajas y sin perder de vista sus riesgos por al bienestar de la población, con los ciberataques que nos han precedido en organizaciones de nuestro entorno.

Esta evolución tecnológica tan necesaria por la mejora en las ciencias de la salud permitirá que la esperanza de vida se alargue considerablemente. Las enfermedades más prevalentes convivirán y estarán presentes en las personas durante más tiempo. Por eso se debe construir un modelo de atención -basado en la prevención y promoción de la salud- que mejore la calidad de vida de la población más envejecida, donde ponemos a la persona en el centro del sistema.

Del mismo modo, el medio ambiente se ha convertido en protagonista en el mundo ante la crisis climática. Debemos trabajar duro para su conservación y con un mayor compromiso y firmeza desde las organizaciones y profesiones sanitarias dado que nuestra misión es generar la mejora de la salud y evitar las enfermedades.

Los enfermeros y enfermeras debemos seguir cuidando a las personas en todas sus dimensiones como seres humanos. Debemos tener en cuenta sus necesidades y expectativas, no sólo biológicas sino también, cuidarlas a nivel emocional, social y familiar, para establecer una relación de ayuda y confianza mutua entre paciente, familia y profesionales.

Queremos ser capaces de poner nuestro conocimiento a su servicio, empoderarlos para que puedan participar activamente en la toma de decisiones y respetar en cada momento sus preferencias y voluntades. Todo ello para procurar que su estancia y experiencia dentro de nuestra organización sea agradable, cercana, y que se desarrolle en un entorno de confianza y profesionalismo.

Así pues, ante este entorno cambiante, los enfermeros y enfermeras nos enfrentamos a un presente y futuro por el que debemos estar preparados. El objetivo es poder responder a las nuevas necesidades de la población y entornos para garantizar una prestación de cuidados universal y satisfactoria para los pacientes, familias y profesionales.

Recibod un saludo, que disfrutéis del Día Internacional de los enfermeros y enfermeras.

Miguel Ángel Molina Linares
Director Asistencial de Enfermería del Hospital Universitario MútuaTerrassa