¿Puedo continuar conduciendo?

La conducción de vehículos es una tarea compleja que requiere que las funciones cognitivas, motoras y sensoriales estén en condiciones óptimas.

Al inicio de la presencia de deterioro cognitivo, la capacidad para manejar un vehículo no tiene por qué estar afectada. No obstante, pueden existir dificultades en cuanto al tiempo de reacción ante situaciones imprevistas y en la capacidad de recordar y reaccionar ante las normas de tráfico o cambios en los recorridos habituales.

Es importante valorar cada caso de forma individual para poder tomar una decisión. Hay que ir al centro de renovación si detectamos peligro en esta actividad aunque el carné de conducir no esté caducado. La legislación española en el Real Decreto 818/2009 establece que las personas con un diagnóstico de demencia no pueden conducir.

El neuropsicólogo, neurólogo o su médico de familia son claves para ayudar a discernir si la persona tiene la capacidad para conducir, pero los centros de renovación de la licencia de conducir son los que tienen la potestad de renovar, limitar o denegar la licencia de conducción.