Los niños y la práctica del deporte
Recomendaciones cardiovasculares
En cualquier caso se deben considerar son los siguientes aspectos o recomendaciones: Antes de iniciar un deporte federado es recomendable realizar una evaluación básica por parte del pediatra de cabecera que tenga en cuenta los antecedentes familiares de: cardiopatías congénitas, casos de muertes súbitas precoces, miocardiopatías, arritmias y / o trastornos arritmogénicos y síndrome de Marfan. Si hay antecedentes en cualquiera de estas patologías habría una evaluación por parte de especialista (cardiólogo pediátrico) antes de empezar la práctica deportiva. Si la exploración física por parte del pediatra de cabecera se encuentran: estigmas de síndrome de Marfan, hipertensión arterial o el hallazgo de un soplo cardíaco, debería pedir un estudio al cardiólogo pediátrico antes de comenzar una práctica deportiva. La evaluación inicial del niño deportista debería completarse con la realización de un electrocardiograma. Y si se encuentran arritmias y / u otros trastornos con el electrocardiograma, o señales dudosos, debería derivar al especialista (cardiólogo pediátrico).
Recomendaciones nutricionales
Es necesario promocionar el deporte como medida positiva para la salud a toda la edad pediátrica. La alimentación diaria de un niño deportista debe ser igual que el de la población general. El consumo de energía y líquidos durante la práctica deportiva depende del tipo de deporte, de la intensidad con la que se practique y de las condiciones físicas (aire libre, humedad, calor, etc.) en la que se haga la actividad física. Los aspectos nutricionales fundamentales de la práctica deportiva son: mantener la hidratación y asegurar la disponibilidad de energía para el organismo mediante un aporte adecuado de hidratos de carbono. Respecto a la alimentación previa a la competición es importante el tiempo que pasa entre la ingesta dietética y la práctica deportiva, y que debe ser rica en hidratos de carbono de liberación lenta. Durante la competición es necesario tener en cuenta la duración de la práctica deportiva, la intensidad y el lugar donde se realiza (aire libre o en espacios cubiertos). El agua es la bebida fundamental para mantener la hidratación de los niños. Para los adolescentes y en algunas condiciones muy especiales, puede ser recomendable la ingesta de bebidas específicas que aporten sodio e hidratos de carbono en su composición. Hay que remarcar la importancia de la alimentación después de la competición para preservar un buen rendimiento deportivo mediante una adecuada reposición nutricional. El suplementos, tanto nutricionales como de otro tipo, no están recomendados en la edad pediátrica. La necesidad de incorporar otros micronutrientes (hierro, vitaminas, etc ...) debe ser valorada por los profesionales de la salud en el contexto del desarrollo normal del niño, no tanto para la práctica deportiva. Cualquier tipo de intervención nutricional en el niño o la niña que practica deporte debe ser controlada por su pediatra, médico deportivo y / o nutricionista.