Otras dolencias del tracto anal: hemorroides, fisura, proctalgia fugax, ...

¿Qué es una fisura anal?
La fisura anal es un desgarro de la piel del ano en su zona más externa.

¿Cuál es su causa?
La mayoría son fisuras anales de causa desconocida. Se trata de fisuras únicas, localizadas en la línea posterior del margen anal y la aparición de los síntomas se relaciona con un episodio de estreñimiento o con un brote diarreico. El dolor provocado por la fisura desencadena una contracción refleja de la musculatura anal (esfínter anal interno) que impide una correcta cicatrización de la fisura, perpetuando la enfermedad.

La fisuras anales de causa conocida están asociadas a la enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn), a patología infecciosa (sífilis, tuberculosis) patología neoplásica (cáncer anal) o toxicidad por fármacos (quimioterapia). En general son múltiples, localizadas en cualquier cuadrante, situadas a cualquier distancia del canal anal y pueden ser indoloras.

¿Cuáles son los síntomas más habituales?

  • Dolor intenso
  • Estreñimiento
  • Sangrado


¿Qué son las Hemorroides?
En el tramo distal del canal anal es normal la presencia de unas estructuras a modo de «cojines», constituidas por tejido vascular principalmente, denominadas plexos hemorroidales. Cuando, de la alteración de estas estructuras se deriva una sintomatología (sangrado, dolor, salida al exterior, etc.), se habla de enfermedad hemorroidal o hemorroides.

¿Cuáles son los síntomas más habituales?
  • Sangrado asociado a la deposición
  • Prurito anal
  • Dolor



¿Qué es la proctalgia fugax?
Se trata de una patología benigna, autolimitada, caracterizada por dolor anorrectal intenso, a intervalos frecuentes, sin causa orgánica aparente.



¿Qué es la diverticulitis?

Los divertículos son bolsas abultadas y pequeñas que se pueden formar en el revestimiento de tu sistema digestivo. Por lo general, se encuentran en la parte inferior del intestino grueso (colon). Los divertículos son comunes, en especial luego de los 40 años, y rara vez causan problemas.

Sin embargo, en ocasiones se inflaman o se infectan una o más de las bolsas. La afección se conoce como diverticulitis. La diverticulitis puede causar dolor abdominal intenso, fiebre, náuseas y un cambio marcado en tus hábitos intestinales.

La diverticulitis leve se puede tratar con reposo, cambios en tu dieta y antibióticos. La diverticulitis grave o recurrente puede requerir cirugía.


Te damos una serie de recomendaciones dietéticas y de hábitos saludables para evitar o prevenir estas dolencias
  • Evitad en la medida de lo posible el estreñimiento mediante dieta rica en fibra (fruta, verdura, pan, cereales, etc.).
  • Aumentad la ingesta de líquidos (de 2 a 3 litros al día).
  • Os recomendamos evitar los episodios de diarrea si estos se presentan con frecuencia.
  • Procurad hacer una deposición al día.
  • Evitad comidas con exceso de picantes y el consumo de alcohol.
  • Realizad un poco de ejercicio diario.
  • Evitad realizar esfuerzos en el momento de hacer deposición, por lo que la defecación debe ser tan espontánea posible, disminuyendo el tiempo necesario para completarla.
  • Si las hemorroides se prolapsan (se salen del ano), lo mejor es intentar devolverlas a su posición habitual haciendo una leve presión con el dedo.
  • En caso de padecer hemorroides, es conveniente evitar el traumatismo de estas durante la limpieza con papel, siendo preferible el uso de lavados con agua tibia o de toallitas húmedas.
  • Puede ser beneficioso en hemorroides incipientes la realización de baños de asiento con agua tibia durante 10-15 minutos, dos o tres veces al día.