La auscultación fetal se hará externamente de forma continua o intermitente, según la evolución del proceso de trabajo de parto. En algunos casos puede ser necesaria alguna prueba complementaria para valorar el bienestar fetal.
Durante todo el periodo de dilatación, se mantendrá una observación discreta pero continua, y se le ofrecerá a la futura madre todo el apoyo psicoemocional que sea necesario.
En este periodo se orientará a la gestante con respecto a las medidas físicas para ayudarla (paseos, baños, duchas, masajes y cambios de posición) y en las técnicas de respiración.
En el caso de necesitar algún tipo de intervención sobre la madre, siempre le indicaremos los motivos y los procedimientos que haya que aplicar.