Anatomía ecográfica básica (2D-3D-4D)
La ecografía bidimensional nos proporciona una buena imagen anatómica del plano medio sagital. En este plano se puede ver: la sínfisis del pubis, la uretra, la vejiga, la vagina, el canal anal, el recto y la parte más declive del músculo elevador del ano (Figura 1).
Figura 1. El plano de corte bidimensional debe incluir: la sínfisis del pubis (p), la uretra (u), la vejiga (ve), la vagina (v), el canal anal (CA), el recto (r ) y la parte más declive del músculo elevador del ano (e).
La ecografía tridimensional nos añade una tercera dimensión que no podemos ver con la ecografía bidimensional: el plano axial que dibuja con claridad el hiato urogenital que conforma el músculo elevador del ano. Este plan sólo podía ser visto hasta ahora por RM. Esta es la gran aportación de la ecografía tridimensional al estudio del suelo pélvico (Figura 2).
Figura 2. Arriba a la izquierda se muestra el plano sagital, arriba a la derecha el plano transverso, abajo a la izquierda el plano axial y abajo a la derecha la reconstrucción volumétrica del hiato urogenital.
La ecografía tridimensional nos ofrece la posibilidad de ver lo mismo desde ángulos distintos a partir de la navegación por un volumen. A partir del plano sagital, transverso y axial se nos ofrece una reconstrucción volumétrica de la musculatura que forma el suelo pélvico. La ecografía 4D permite hacer capturas de los volúmenes de forma dinámica, es decir, al realizar la maniobra de Valsalva o al contraer la musculatura del suelo pélvico, de esta manera podemos navegar por una secuencia de volúmenes hasta encontrar el volumen de máximo Valsalva o el de máxima contracción.